jueves, 16 de diciembre de 2010

Enrique Morente

También tuve suerte de trabajar con Enrique, allá por los años ochenta. No hablaré de su arte-muchos lo hacen estos días y con justicia. Prefiero contar aquellos detalles que una manager recuerda casi un cuarto de siglo después. Prefiero hablar de un hombre tierno, tímido y cortés, atento y amable, respetuoso al máximo con una mujer joven que hacía el trabajo de "tíos". Igual que Manolo Sanlúcar o Pepe Menese. Prefiero recordarle ávido de músicas distintas, abierto a todo, interesado en todo, escuchando atentamente y sonriendo con sus ojillos llenos de alegría! ¡Que sigas cantando allá donde vayas, Enrique Morente! 

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