lunes, 24 de enero de 2011

Sol dentado

Superficie gélida en el cuenco de los pájaros. Dejo el pan desmigajado y traigo agua para que beban. Los gorriones se balancean sobre las ramas flexibles del ciprés. Entro, porque no me gusta el frío y para que puedan comer en paz. Dos acciones que son una. Pasa a menudo, hago esto para que te guste, hago aquello para que participes. El resultado sigue siendo una incógnita, afortunadamente. Así yo sigo libre de soñar y tú de hacer lo que consideras adecuado. Observo a los pájaros, ellos también observan. Supongo que esperan ver a la gata, esperan a estar seguros que nos les atrapará, pero, sorpresa, la gata ya no vive aquí. Al menos, de momento. Pero no se como decirselos, que averiguen solos. La comunicación es compleja, confío en el sexto sentido.
Desde la casa, no se ven los dientes del sol.

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