jueves, 3 de febrero de 2011

Arbeit, arbeit über alles

Y llegó la visita germana para revisar los deberes y dejar claro que los sindicatos se financian con las cuotas de sus afiliados y no con las subvenciones públicas. Glups! Lo primero: un aprobado o progresa adecuadamente. Por lo tanto - mas deberes y a arbeit que no hace daño. Lo segundo: puro y duro sentido común (ausente en la pell de brau).
Pues claro, así debería ser aquí (también), nada de sedes regaladas y subvenciones millonarias para unos eternos sindicalistas, retirados del laburo y convertidos en el funcionariado. Si sumásemos todos los funcionarios (de la "cosa nostra pública") la suma daría tal cantidad que es lógico su inverso valor funcional. Paradojas de las matemáticas, supongo. Y supongo que en la próxima revisión de deberes nos dirán algo sobre la financiación de los partidos políticos, que también viven del dinero público, o sea: tuyo y mío. Y si ambos, sindicatos y partidos, se quedasen sin la pasta, paraíso soñado, ¿cuantos se dedicarían a tan noble oficio? Ya que hemos vivido de ladrillo, no te extrañes al ver tanta cara de cemento.
Lo mejor es la visión de futuro del ex-president de esta nuestra provincia orientalnya: sus nenas tienen asegurado el puesto de trabajo porque van al cole alemán. Él que sabe sabe y él que no... pues eso.

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