Octubre, octubre

Con la muerte de JLSampedro me doy cuenta de que los libros, también, tienen nombre de los amores de mi vida, autores que descubrí por una sugerencia, comentario o regalo. Desde la búsqueda de amores posibles, mi vida está llena de amores imposibles, para, finalmente, alcanzar la realización vía soledad plena. Hay mucha fantasía en la pareja cuando la realidad está en uno mismo, en desarrollar sus capacidades y completarse. Es como el deporte, la meta de uno es su medida y alzancarla, mejorarla o tirar la toalla depende de la confianza que nace de todo un concepto vivencial. Han pasado tres (suena increible) décadas y el lomo de Alfaguara bien lo muestra, pero me acuerdo de ti, me has regalado mucha música, mucha literatura y aunque la distancia kilométrica es grande, te tengo aquí. La vida es un truco de magia que me gusta...
 "Si no fuera por amor, ¿cómo podría existir nada?".

La Violetera

Recuerdo la primera película que vi en el cine de Vinkovci -La Violetera- naturalmente subtitulada y la primera vez que oí la sonoridad del español. Así que, doblemente, mi recuerdo para Sarita. Mi abuela Amalia, aconsejada por sus amigas, quiso ver una peli musical, ella que cantaba muy bien, soprano cristalina que quiso ser cantante pero su la familia ni siquiera tuvo en consideración semejante despropósito. Total que nos fuimos al cine. Una única vez. Recuerdo mi emoción fascinada e impresionada y recuerdo como mi abuela lloraba quedamente secando sus mejillas con un minúsculo pañuelo. Cuando salimos tenía muchas preguntas pero ella se había envuelto en un profundo silencio y solamente me agarraba fuertemente la mano.

Una docena de años después, el azar (claro, siempre el azar) me hizo española, la ilu me dura aún, seré boba, y los cuplés de Sarita, sensuales y sugerentes, me acompañaron en mas de una noche memorable.

Ahora lo veo claro: los cuplés, boleros, fados, algún blues, calipso (sólo uno)... todos tienen el nombre de hombres a los que amé.