domingo, 31 de octubre de 2010

Lluvias mil...

...y entre nube descargando y nube corriendo por el cielo del sureste hacia norte, acabo de plantar un pino piñonero de Valladolid. Espero que le guste el cambio, que crezca bien derecho y, con los años, su copa redonda traiga piñas preñadas de piñones. El sol, entre nube y nube, calienta que da gusto y su brevedad alegra la vista y añade brillo al verde lavado.
He dejado atrás mis vidas diversas, el cada momento merece la pena y hasta la espera, que me desesperaba, ahora es - espera. Pasan las nubes, pasan  los pensamientos, pasan los deseos... Importa lo inmediato, porque dura tan poco y es valioso por único e irrepetible.

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